No escriba más, maestro.
Decía que usted tiene una asistente. Me parece que a los que ya no escucha es a los amigos. Le deben quedar pocos, y esa debe ser una de las partes más tristes de llegar a su edad. Debe extrañar a mucha gente. Pero no se confunda. Los que le piden que siga adelante, que lo precisan, ésos no son amigos. Esos que no se dan cuenta de que usted está cansado. Serán, en el mejor de los casos, empleados. Y en el peor, familiares.
(De la novela epistolar Desenfunde, Goebbels, de Boris Gallega)
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