jueves, diciembre 23

Canal 4, el mejor desde ahora y para siempre

Por primera vez en noches me quedo en casa, obligado por la resaca residual de la última semana. Y qué veo. Qué veo en la pantalla. Mejor dicho, qué escucho. Hillbilly-blues. Corro hacia la tele. Sí. Sí. Sí. Oh, Brother, de los Coen. ¡Oh, brother! Me dispongo a verla por octava vez.

Pienso en si habrá algún otro canal de tele abierta en el mundo tan bueno como Canal 4. En serio. Qué año. Juicio a Mengele, All the Pretty Horses, Club de la Pelea, Airbag. Qué record. Moviendo las cabezas.

Pienso en qué suerte que no soy el director de Secundaria. Porque yo obligaría a los pibes a ver pelis como estas en la hora de Literatura. Y se sabe que los pibes odian todo lo que es impuesto, como yo odié al Cid y a Cervantes. Así que lo mejor es que lo pase un canal gratuito, y que los pibes comunes, los de los barrios, puedan descubrir por sí mismos lo bueno y quererlo por haberlo descubierto por sí mismos y seguir descubriendo y seguir y seguir. Canal 4 vale un millón de ANEPs. Canal 4 salva. Moviendo las cabezas.

Pienso en que qué buena la música, que nos llama a correr hacia lo bueno, igual que a los 6 años, igual que a los 15, en cualquier barrio.