Esto no es un weblog

De qué va el blog de Sigmur. Lo he escuchado un par de veces. Supuestamente, un weblog es un diario personal on-line, una bitácora, tío. Y está la versión norteamercana de sitio pseudoperiodístico de rápida actualización. Hay algunos de esos linkeado a la derecha. Sin embargo, cuando con Ghetta teníamos el proyecto de hacer un blog sponsoreado [insertar risas] en realidad, lo que queríamos hacer era una revista electrónica. Menos mal que no la hicimos, porque creo que yo haría la sección tipo Separados al Nacer y ella todo el resto.

El asunto es que ayer lunes de mañana quería hacer un post avisando que no iba a estar por unos días, pero que iba a tratar de seguir con los comments en mis blogs amigos. Porque, como dijo el Garza, uno se debe a sus virtuales lectores. Pero, oh McCana, el lunes de mañana no había manera de entrar a mis servidores montevideanos, y vaya si probé en varias máquinas.

Total, ahora tengo que avisar que estoy en Santiago de Chile luego de varias horas de bus. Dejamos la Comarca luego de ser maltratados por esos malos actores que trabajan de aduaneros. Pronto se nubló al entrar al reino vecino. Paramos en una posada donde los precios disminuíanal acercarse a la estación de servicio. Luego vimos el arco iris mientras cruzábamos el Paraná. En ese momento recordé que habíamos cruzado el Paraná en agosto, yendo de Londrina a Río Claro, en Brasil. El mísmo río pero más al norte. ¿Si el agua viene bajando, sería el mismo río el que ví las dos veces? ¿Habré corregido a Heráclito? ¿Encontraré a Saruman? Combatimos al virus famélicos junto a la gente de EGA. Miles and miles and miles. Este año anduve más en ómnibus más que en el resto de mi vida. I can´t wait. Pero no estoy cansado. Homo cafeínicus non famélicus. Lucha, catch, esa es la charla. En movimiento sin ansiedad. Me duermo pensando en Ser y Tiempo. Qué intenciones tendría alguien como ese tipo cuando empieza a escribir un libro como ese. Pienso en un artículo que se llama La Edad de Los Libros que Definen el Mundo. Empiezo a hacer una lista de esos libros, pero no son como los de Heidi sino novelas. ZZzzzzzzzz....

Hoy, pasando Mendoza descubrimos Mordor por sus nubes negras siempre sobre la cordillera y la refinería de Repsol-YPF que alimenta la oscuridad con su columna de humo y llamas eternas. Pero seguimos de largo al lado de la vía de tren más triste del mundo, abandonada por el castigo de continuos pedruscos gotterdaméricos. ¿Cansado del monoteísmo? Pruebe el panteísmo. Luego entramos al reino encerrado atravesando miles de puestos militares.

¿Qué estoy haciendo en Santiago en estos días? Ciertamente no vine a manifestar contra Buch (sic), como le dicen por aquí debido a un patético fenómeno paralelo a la hipercorrección lingüística. Igual no deja de hacerme gracia estar en la misma ciudad que Sauron.

Ah, pero qué estoy haciendo en Santiago... bueno, esto no es un weblog. Rock.


Rock on!