miércoles, noviembre 3

USA for a bigger Africa / ROU for a smaller America

Tratando de entender qué miedos y qué mezquindades habrán llevado a los norteamericanos a reelegir a Bush Jr me doy cuenta una vez más de que es una tarea dificilísima. Que hubiera tanta indecisión ya era ofensivo. Ahora dudo que haya muchos fuera de EEUU capaces de comprender lo que los norteamericanos eligieron. Porque visto desde afuera, la mayoría de los estadounidenses decidió confirmar su apoyo a las guerras de sus gobernantes, a la utilización del petróleo como principal fuente de injusticias, a la prioridad de los intereses al más corto plazo. Por acá, en cambio, decidimos pedir disculpas por la rotura de relaciones con Cuba, por todas las veces que se trató de dejar en evidencia a los países vecinos, por todos los papelones de Batlle y Opertti.

Tal vez la señal más comprensible del EEUU emocional la esté trasmitiendo la gente que trabajó para echar a los Bush. Ojalá que su frustración tenga un destino parecido al que tuvo la que sentimos por acá tanto tiempo. Pero, lamentablemente, así como el triunfo de la izquierda uruguaya es consecuencia lógica de un proceso histórico regional, el avance de la ultraderecha en EEUU se revela producto de un movimiento continuo y profundo.

Demasiado deprimente. Hagámosle caso entonces a los medios de comunicación, que nos repiten día a día que lo superficial es todo lo que hay que ver, y digamos simplemente que aquí preferimos un tipo con cara triste a uno con cara de idiota, mientras que en EEUU fue al revés.