Festejen librepensadores: volvió Brecha

Ya se había anunciado algo hace dos semanas a través del especial por la muerte de Wojtyla. Entonces muchos nos ilusionamos pensando que nuestra comunidad volvería a contar con una publicación de izquierda. Por una vez, no hubo decepciones: hoy volvió a salir Brecha. Es decir, hoy Brecha vuelve a ser Brecha y no el cúmulo de festejos exagerados, expresiones de deseo, alabanzas disimuladas y opiniones tibias que se había apoderado del semanario desde el 31 de octubre; como si desde las elecciones la redacción hubiese sido intervenida por personal de Página12. Ahora vuelve a ser un semanario crítico hacia el gobierno, como corresponde a un medio de izquierda independiente.




El motivo, la excusa, se ve desde la tapa: el paradójico ataque a la laicidad desde el primer gobierno del Frente Amplio. Crónica y detalles de los papelones de la familia Vázquez, de las misas organizadas en embajadas estatales, del escándalo de la píldora abortiva, de las reuniones de la familia presidencial con Cotugno, de la afrenta del presidente a la democracia representativa, del intolerable atropello que significa colocar una estatua de Wojtyla en un espacio público. Más opiniones de izquierda. Por fin.

Si algo bueno han tenido los últimos sucesos de la Iglesia Católica es haber puesto en evidencia esta gran contradicción con la que carga el gobierno actual. Gracias a Brecha las voces discrepantes no han terminado monopolizadas por políticos oportunistas.

Hoy, por segunda vez este año, compré Brecha. Viva Brecha. Y viva Batlle.